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  • Foto del escritorNicolás Borsani

Pensar el malestar hoy: la libido y sus avatares en época de la pandemia.

Actualizado: 30 ago 2021






Resumen: La pregunta que dispara esta investigación está orientada por dos interrogantes fundamentales: ¿De qué manera la cultura exige la renuncia pulsional a los individuos?¿Cómo se trazan los caminos libidinales en la experiencia de la pandemia? Para dar respuesta a estos interrogantes se realizara un breve desarrollo partiendo de algunos lineamientos establecidos por Freud en el malestar de la cultura, haciendo énfasis en el concepto de renuncia pulsional y la insatisfacción como resultados de la civilización occidental. A partir de la segunda parte, se realizara un recorrido que examina e incorpora elementos del edificio teórico-clínico freudiano para la explicación de la neurosis, tales como el concepto de frustración y de libido, los cuales son conceptos imprescindibles para ofrecer una perspectiva posible ante los fenómenos subjetivos inéditos que surgieron con la llegada de la pandemia.



PALABRAS CLAVE: AMO – RENUNCIA PULSIONAL – PANDEMIA – VELOCIDAD - ACCIDENTE - FRUSTRACION – LIBIDO.


“Tengo todo el derecho, tal como Freud, de compartir mis sueños con ustedes. Al revés que los de Freud, no están inspirados por el deseo de dormir. Lo que me mueve, más bien, es el deseo de despertar. Pero, en fin,

eso es particular”.[1]


Jacques Lacan.



Parte I

Nueva normalidad

Frente a la pretendida continuidad imaginaria que establece el Yo, esta ilusión se ha visto obstaculizada por un impasse que fractura y devela una dimensión inédita. Estamos en un tiempo «entre», puesta en paréntesis de muchos proyectos, propagación de un tiempo desplazado que lleva la marca de la renuncia, producto de las exigencias y el cumplimiento de las normas sociales. Este acotamiento implica pensar que nuevos caminos se establecen para la pulsión, entendiendo que hoy transitamos una modificación drástica de las maneras en las que cada uno se procuraba la satisfacción individual, los modos en que cada quien obtenía su goce, así de como también transformaciones puntuales a nivel de la delimitación de los espacios subjetivos.

Este tiempo tan singular, entonces, incluye en su programa el funcionamiento de cierto significante pandémico, que opera como amo y ordenador de la nueva configuración global. Respecto a esto, sostiene Miquel Bassols (2020) que en la actualidad el coronavirus se ha instalado como discurso amo en la vida de los seres hablantes, y está funcionando como amo que determina los sentidos que circulan en la sociedad. Así, se ha constituido como un S1 que repercute sobre los fantasmas de cada quién, al mismo tiempo que impacta en el ámbito social.

Podemos observar entonces que el mundo contemporáneo está atravesado por la puesta en marcha de ciertos significantes, que comandan las formas de “dar vida” sobre los ciudadanos y organizan el marco en el que se consensuan ciertas normas y prácticas. En ese sentido nos interrogamos: ¿Cuáles son los destinos pulsionales para el sujeto actual?



Satisfacción y renuncia pulsional



Podemos pensar que la pandemia nos ha vuelto objeto de lo social, circunstancia a partir de lo cual tendremos que analizar los efectos en el padecimiento singular. ¿Qué verdad trae este nuevo amo? Algo queda atascado como un imposible decir, en las angustias de cada uno.

El surgimiento del psicoanálisis se inscribe en un contexto -la época victoriana-, en el cual los valores morales y la represión de la sexualidad como acontecimiento moral, ofrecen el mapa de aquello que puede ser entendido como la subjetividad de la época. Lo que retorna de lo reprimido individual tiene como marco, como escenario que lo posibilita, el contexto histórico particular. Así el campo social se hacía síntoma expresando el “no hay relación sexual” a través de la histéricas, es decir, portando en su cuerpo los elementos que enuncian lo imposible de la satisfacción. Desde su división subjetiva (Lacan, 1969-70) la histérica se dirige hacia el amo interpelándolo, exigiendo que produzca un saber respecto al goce (S2). En este movimiento dialéctico, entonces, podemos situar la emergencia de una verdad expresiva que tiene un poder de enunciación respecto al Otro de la cultura. Es a través de la producción del síntoma histérico que podemos dar cuenta de las contradicciones de aquella sociedad victoriana, que se escandalizaba de los placeres sexuales, mientras que por otra vía se procuraba su satisfacción a escondidas de la mirada social. [2]

Podemos verificar la existencia de una vigencia en la producción del síntoma, ligado a las condiciones que suponen el funcionamiento de la cultura. Como ya lo indicaba Freud, hay una relación estrecha entre la perdida de satisfacción del individuo y las normas que impone esta última (1929): «La cultura reposa sobre la renuncia a las satisfacciones pulsionales», es decir, tanto en su dominio de la sexualidad como de la agresión, el superyó representa por la vía identificatoria los mandatos de la sociedad y asegura en su condición de “abogado” que se realice su cumplimiento (Freud, 1923, p. 37), restando un fragmento psíquico que se impone como sentimiento de culpa. Hay un elemento de descontento estructural en el establecimiento de la organización social, el sujeto efectivamente intercambia un pedazo de dicha por un pedazo de seguridad social. [3] En términos freudianos la sustitución del individuo por la sociedad «representa el paso decisivo hacia la cultura. Su carácter esencial reside en que los miembros de la comunidad restringen sus posibilidades de satisfacción, mientras que el individuo aislado no reconocía semejantes restricciones» [4]


Es cierto que la cultura viene a reducir el malestar producido por el cuerpo y por el entorno natural, ofreciendo además vías de tramitación libidinal a través de las instituciones, aportando elementos que nos proporcionan identificación y el mantenimiento de lazos, pero si hay algo que pone de evidencia la llamada “política de confinamiento” es que no reduce el malestar de algo que se impone como limite a nuestra exigencia pulsional, que no viene del organismo sino de los otros (es decir, que provienen de un fenómeno interpretado y significado principalmente por el discurso de la ciencia). A este respecto podemos distinguir una pandemia que tiene la capacidad de enfermar y afectar el cuerpo desde su estado biológico, y una pandemia presentada en su estatuto discursivo que interviene y/o modifica el lazo del sujeto con el otro. Este tipo de cuestiones, consideradas a la luz de los hechos actuales revalorizan la vigencia del escrito socio cultural de Freud [5] y nos brindan herramientas para repensar al sujeto con el malestar de la época actual: ¿De qué manera la cultura exige la renuncia pulsional a los individuos?



Las fake news o el síntoma social



Hoy la velocidad absoluta del capital de la globalización ha abolido las distancias entre personas, y también entre las personas y los objetos, y con ello han variado las maneras en que podemos experimentar el sufrimiento, placer, incluso la tensión que involucra una acción específica que se orienta hacia la satisfacción. Lo modos de vida se ven afectados por esta relativización de las distancias, en donde se ordena un nuevo campo donde la pulsión opera para cada sujeto. Así podemos inferirlo de las apreciaciones que realiza el autor Paul Virilio (1977), quien plantea cada velocidad está caracterizada por un elemento correlativo que lo acompaña (por lo general de manera invisible, en otras de manera más evidente) elemento que él denomina accidente.

Esta noción nos sirve como como argumento para entender que la cultura puede ser pensada como correlativa a un acontecimiento social o reverso que acompaña la aceleración propia del capitalismo: ¿Es el coronavirus un síntoma más, en tanto el desconocimiento del hombre frente a este nuevo mal no se relaciona con los efectos del inconciente, sino localizado en los márgenes de una cultura que se define por la emergencia de la pos-verdad, por la eficacia del algoritmo? ¿El síntoma social, puede ser pensado en relación a la organización subyacente en la producción de las fake news y como muestra de la desorientación subjetiva en la actualidad, o mejor aún, como su metáfora? [6] La verdad hoy puede estar situada en una creación de laboratorio, en la gestión de una guerra geopolítica, en un accidente azaroso humano: son todas opciones igual de inválidas, y eficaces al mismo tiempo. Nos preguntamos cuales son los modos en que se presenta hoy aquello que nos pasa, que nos hace padecer y además cuales son las ficciones que constituyen esa “verdad a medias”.

En una cara, la civilización ha mostrado su ímpetu hacia el empuje al goce ilimitado y al consumo, pero por otro lado hace existir un reverso en el que parece cuestionada la satisfacción, promoviendo el confinamiento y los autocuidados con las grandes limitaciones sociales que implica. ¿Cómo pensar al sujeto, en medio de estos dos lados de la moneda cultural? No solo está la rapidez de los contagios como real biológico del virus, sino que esta la rapidez de la información. En este último tiempo que vivimos, la propagación de la comunicación se da un modo tan veloz que ocasiona una especie de vértigo, síntoma- producto de una forma de trasmisión acelerada de la información, que anula así la capacidad de tomar tiempo para advertir ciertas cosas esenciales. Resulta de ello y según menciona Virilio en su obra, un espacio que puede apreciarse como “inhabitable”, es decir, que se vivencia pero que paradójicamente no puede ser experimentado como tal.

En relación a lo mencionado antes, se puede pensar que pasamos en la época posmoderna de la concepción de un sujeto activo a un sujeto interactivo, de un mundo analógico a un mundo virtual, emergiendo nuevas instancias de intermediación de la comunicación que se efectivizan a través de modernas pantallas. Allí códigos, algoritmos y plataformas hacen de soporte material del fantasma individual, ofreciendo una versión renovada de la metonimia de su deseo y detentando a veces un saber que los usuarios mismos parecen haber olvidado.


Parte II


La frustración como factor ocasional en la neurosis



La psicopatología de la mano de Freud, se ha encargado de verificar y estudiar en qué condiciones aquello que está estabilizado de alguna manera, se vuelve expresivo a través de la formación del síntoma. A primera vista es lo que presenta Freud en el abordaje formas de contracción neuróticas (1912) de las cuales tomaremos dos: una en la cual la satisfacción de la demanda amorosa de un sujeto es rehusada [6], y otra en donde el sujeto está imposibilitado de adaptarse a una exigencia de la realidad con motivo de una dificultad interna. Podríamos afirmar que el primer tipo recibe nuestro interés, ya que el acento esta puesto en la importancia de las limitaciones culturales-sociales a la hora de conseguir una satisfacción sustitutiva respecto al objeto que ha sido denegado, así de como una puesta a prueba posterior que es determinante para el sujeto. [7] El papel que juega este punto de frustración es repercutiendo en la organización de la economía libidinal. El sujeto debe tolerar un aumento repentino de la tensión psíquica por el lugar vacante que deja el objeto, el cual le rehusa la satisfacción pulsional, o bien no garantiza el acompañamiento en la dirección que se le demanda. Como desenlace de este problema de la “tensión psíquica” Freud propone tres caminos posibles: Una es transformarla en una energía que pueda ser aplicable al mundo exterior, otra se ejerce a través de la renuncia de la satisfacción y la canalización por el camino de la sublimación. Un tercer camino, bastante conocido, resulta en la formación del síntoma. [8]


El sujeto en la burbuja: recorrido y estasis libidinal


El sujeto confinado es participe de una nueva experiencia psicológica, donde participan la retracción libidinal, la frustración y la coerción social. Se configura así un nuevo mapa en donde lo cercano cobra mayor proximidad, y lo exterior se vuelve más ajeno aun delineando así la nueva época una forma de subjetividad que acentúa ciertos rasgos: segregación, trabajo de duelo, angustia, así como también dificultad para realizar actividades e impedimentos varios, sumado a un contexto social de marcada inestabilidad. La pregunta que instalamos es: ¿Cómo se articulan los caminos libidinales en esta nueva experiencia? ¿Cómo conceptualizar la relación entre las formas de satisfacción pulsional subjetiva y el contexto de urgencia que presenta la época actual?”


Para ciertos individuos, a la existencia previa de síntomas, dolencias y antecedentes psicopatológicos se les suma la interrupción de su vida social cotidiana y las nuevas limitaciones impuestas con el confinamiento. El sentido de garantía y seguridad, así de como la permanencia del mundo social se vio gravemente afectado y nos lleva a pensar el peso que ejerce la ruptura parcial de los marcos de referencia constitutivos (Goffman, 1967). [9] Quizás basta mencionar que todo el encuadre del ámbito psicoterapéutico -así también de como otras actividades que implicaban un orden humano, laboral, económico o institucional - se ha visto subsumido con la llegada de la pandemia hacia la presencia de un estado permanente de urgencia y por el pasaje repentino a la realidad virtual. Allí el síntoma social se anexa al campo de lo subjetivo, se incorpora a través de la constitución de un nuevo marco de referencia universal o significante amo, que estipula las condiciones de emergencia del fantasma en lo particular y la producción singular del síntoma. En el primer tipo de contracción neurótica dice Freud:


«En este tipo, del cual sin duda participan la mayoría de los seres humanos, la posibilidad de enfermar se abre solo con la abstinencia, lo que permite apreciar cual sustantivas pueden llegar a ser, para el ocasionamiento de la neurosis, las limitaciones culturales de la satisfacción asequible. La frustración produce su efecto patógeno al estancar la libido y someter al así al individuo a una prueba: ¿Cuánto tiempo será capaz de tolerar este acrecentamiento de la tensión psíquica, y que caminos seguirá para tramitarla?» [11]


En la cuestión del tiempo utilizado para hacer frente la tensión psíquica se ubica un problema esencial, en términos de una temporalidad que establece un límite subjetivo, mientras que por otro lado se plantea la cuestión de los "caminos" para que se puedan dar trámite al expediente pulsional. Entendemos que como acontecimiento, la pandemia irrumpe en esas condiciones y trastoca algo de la organización psíquica de cada quien, respondiendo el individuo con esos particulares caminos subjetivos que dan una respuesta posible ante aquello que implica la experiencia de la angustia.


Al finalizar el escrito, Freud concluye algo que tomamos con especial atención y acompaña nuestra lectura; que todos los factores mencionados –frustración, fijación, inhibición del desarrollo- son ineficientes mientras no afecten cierta cantidad ni provoquen un estancamiento libidinal. Como lo subraya en la cita mencionada, el efecto patógeno de la frustración viene por el estancamiento que produce en la libido, y no por las consecuencias que provoca en sí mismo. [12] Este tipo de afirmación, relacionado con el eje problemático que hemos sostenido a lo largo del trabajo, nos lleva a sostener que si bien el concepto de frustración es un operador conceptual relevante para abordar de los interrogantes, no debe ser el único concepto utilizado, y solo se justifica a condición de que pueda ser integrado en una perspectiva económica general. Para finalizar, concluimos que el recorrido libidinal subjetivo es pensado en Freud en términos de una proporción o cantidad que se vuelve problemática en relación a las exigencias pulsionales, que emergen desde el aparato psíquico.

Por este motivo, creemos que es válido seguir insistiendo en la elaboración de la pregunta acerca de qué relación podemos establecer entre la insatisfacción pulsional y la cultura en los últimos tiempos. En esa interrogación, la posibilidad de la "renuncia" ejercida por el sujeto en beneficio del conjunto social, aparece maquillada y vestida con ropajes new age, aggiornada, pero sigue vigente como reverso sintomático en la presentaciones de la clínica actual, desnudando el peso que ejercen los ideales y mandatos de la cultura.



Palabras finales



La consideración de los arreglos neuróticos y síntomas en la emergencia de este último tiempo, han puesto en evidencia las maneras que adopta la problemática del deseo para cada uno en lo particular, y de manera más general han revelado la problemática que atraviesa la civilización en relación a los efectos del capitalismo y el avance de las tecno-ciencias: entre ambos vectores podemos situar las coordenadas devastadoras expresadas “al rojo vivo” en este momento dramático que atraviesa el mundo actual, los cuales pueden ser leídos desde el plano individual como un estado de urgencia subjetiva y aparición de lo traumático. Este recorrido creemos que nos brinda las posibilidades de análisis para pensar algunas claves en torno a los efectos novedosos que este fenómeno disruptivo implica. Aun así, creemos que la pregunta sigue abierta:

¿Cuánta demora podemos suponer a nuestros modos de satisfacción más comunes, tratando de encontrar vías sustitutivas? Se puede transformar la tensión en energía que pueda resultar aplicable para el aparato psíquico, o bien resta la vía de la sublimación. Pero esa elección no es el único destino posible; para determinados sujetos esta la formación de síntoma. El síntoma lo entendemos como una formación de compromiso, es decir, como el producto subjetivo de valor que resulta de la negociación entre la pulsión y la agencia represiva, resultado que merece ser tenido en cuenta en circunstancias donde las posibilidades de satisfacción se ven limitadas por los condicionamientos propios de la civilización.





Bibliografía de referencia:

Bassols, Miquel. La ley de la naturaleza y lo real sin ley. Publicado el 20 marzo, 2020 Zadig España.

Bassols, Miquel. Conferencia virtual: Distanciamiento social y acercamiento subjetivo. Organizado por el Seminario del Campo Freudiano en Valencia. 21 de Mayo 2020.

Bassols, Miquel. ¿Pueden confinarse las diversas formas de gozar? Seminario Campo Freudiano Valencia. 21 marzo 2021. Conferencia virtual disponible https://www.youtube.com/watch?v=wL6rU7or9dA&ab_channel=SeminariodelCampoFreudianoenValencia

Pandemia, ánimo y relaciones sociales. Informes de Opinión Pública – CIS UADE-VOICES! Centros de estudios sociales. Buenos Aires, Año 2020, n. 6.

Freud, S. (1914) Introducción del narcisismo. En J. L. Etcheverry (Traduc.), Obras completas: Sigmund Freud (Vol. 14). Ed. Amorrortu. Buenos Aires. 1984.

Freud, Sigmund. Obras completas de Sigmund Freud. Volumen XIII - Tótem y tabú, y otras obras (1913-1914). Traducción José Luis Etcheverry. Buenos Aires: Amorrortu editores. (2005)

Freud, Sigmund. Obras completas de Sigmund Freud. Volumen XIII - Tótem y tabú, y otras obras (1913-1914). Traducción José Luis Etcheverry. Buenos Aires: Amorrortu editores. (2005)

Freud, S. Obras completas, Duelo y Melancolía. Traducción de José L. Etcheverry. Amorrortu editores. Buenos Aires 1984.

Freud, S. (1929), El malestar en la cultura en Obras Completas Tomo XXI. Ed. Amorrortu. Buenos Aires (1995).

Freud, Sigmund. Sobre los tipos de contracción de neurosis (1912). en Obras Completas, Amorrortu editores. Buenos Aires 1984.

Goffman, Erving [1975]. Frame Analysis: los marcos de la experiencia. Centro de Investigaciones Sociológicas. En coedición con © SIGLO XXI DE ESPAÑA EDITORES. Madrid: (2006)

Lacan, Jacques. Conferencias y charlas en Universidades norteamericanas. en Scilicet, nº 6/7, aux Conferencia pronunciada en Éditions du Seuil, Paris, 1976, pp. 5-63.

Lacan, jacques. El seminario, libro 17. (1969-70) El reverso del psicoanálisis. Paidós. Bs.As. 1992.

Lacan Jacques, La tercera, Revista Lacaniana de Psicoanálisis. N 18, Grama ediciones, Buenos Aires, Junio de 2015.

Lacan, Jaques. El reverso del psicoanálisis. Sem. XVII. Paidós. Bs.As.,1992.

Lacan, Jaques. "El duro deseo de despertar" (disponible en http://www.lacan21.com/sitio/2019/11/09/el-duro-deseo-de-despertar/).

Laurent, Eric Las biopolíticas de la pandemia y el cuerpo, materia de la angustia.| 29 junio, 2020. (En https://elp.org.es/las-biopoliticas-de-la-pandemia-y-el-cuerpo-materia-de-la-angustia/).

Lugones, Mercedes. “¿Qué está pasando aquí? Impacto del lockdown y de las sesiones on line en las patologías graves”. Revista de psicoanálisis con niños y adolescentes. Vol. 22, N°1. 2021

Zizek, Slavoj. El sublime objeto de la ideología. 1ra ed. 1 reimp. Buenos Aires. Siglo XXI. Argentina, 2005.



[1] Lacan, Jacques. La Tercera, Revista Lacaniana de Psicoanálisis N° 18, Grama Ediciones, Buenos Aires, junio de 2015, pp. 22-23.


[2] Nos referimos a «la doble moral victoriana». Mientras las normas sociales respondían a un código moral estricto basado en la represión de la sexualidad, la austeridad y los principios puritanos, las prácticas cotidianas de las personas se alejaban de esos valores.


[3] Para Freud, la pulsión está planteada como una exigencia, ya que es una modalidad de satisfacción que exige ser satisfecha independientemente de los miramientos por la realidad; aparece como «Drang» [Esfuerzo], o Empuje de tipo interno. En ese sentido funciona como concepto límite entre lo somático y lo psíquico.


[4] Freud, S. «El malestar en la cultura», Obras completas, Tomo VIII, Madrid, Biblioteca Nueva, 1972, p. 3.056. Ya en Tótem y Tabú (1913-1914) anticipa la necesidad del advenimiento de un orden fraterno, democrático, consumado a través del pasaje de un goce absoluto del padre a un goce realizable, instaurado a través del asesinato del padre y la constitución del tótem como prohibición fundante.


[5] “El sufrimiento nos amenaza por tres lados: desde el propio cuerpo que […] ni siquiera puede prescindir de los signos de alarma que representan el dolor y la angustia; del mundo exterior, capaz de encarnizarse en nosotros con fuerzas destructoras omnipotentes e implacables; por fin, de las relaciones con otros seres humanos. El sufrimiento que emana de esta última fuente quizá nos sea más doloroso que cualquier otro; tendemos a considerarlo como una adición más o menos gratuita, pese a que bien podría ser un destino tan ineludible como el sufrimiento de distinto origen” (Freud, 1929) «El malestar en la cultura» en Obras Completas Tomo XXI. Ed. Amorrortu. Buenos Aires (1995).


[6] “Estas plataformas utilizan un algoritmo que distribuye el contenido más relevante para cada usuario, logrando que la información que se le muestra a cada uno esté condicionada y filtrada. […] el flujo informativo en las redes sociales se actualiza constantemente no sólo por relevancia para el usuario sino también de acuerdo al alcance e interacciones que tiene el posteo, validando una noticia sólo por su nivel de difusión”. ¿Qué son las fake news? GUÍA PARA COMBATIR LA DESINFORMACIÓN EN LA ERA DE POSVERDAD.

[7] Freud, Sigmund. Sobre los tipos de contracción de neurosis (1912). El individuo permanece sano mientras es satisfecho por “un objeto real del mundo exterior”, pero se vuelve neurótico tan pronto como ese objeto desaparece. Indica Freud que la curación vendría de la posibilidad de crear sustituciones posibles para esa satisfacción perdida inicialmente (mediante la sublimación o la puesta en acto de la pulsión). Pág. 240 supra.


[8] Ibid. Freud, Sigmund. Sobre los tipos de contracción de neurosis (1912).


[9] Ibidem. “El hecho de que todo el proceso ha partido de una frustración real tiene su reflejo especular en el resultado de ese proceso: los síntomas, con los cuales recupera terreno de la realidad, figuran unas satisfacciones sustitutivas”. (Pág. 241 supra)


[10] Erving Goffman (1975). El autor considera que los mensajes que un sujeto recibe en una comunicación sugieren cierto marco a partir del cual es posible comprender la situación social. Argumenta que los seres humanos enmarcan los objetos sociales y naturales con la finalidad de organizar su entendimiento y como guías para la acción social. Un frame se traduce así como un esquema interpretativo.


[11] Freud, Sigmund. Sobre los tipos de contracción de neurosis (1912). en Obras Completas, Amorrortu editores. Buenos Aires 1984. Pág. 243.


[12] Freud, Sigmund. Sobre los tipos de contracción de neurosis (1912). en Obras Completas, Amorrortu editores. Buenos Aires 1984. Supra. Pág. 244. Siguiendo a Freud, situamos aquí la importancia del aspecto económico, del valor determinante que tiene el estancamiento libidinal en ciertos casos en los que se ha producido una frustración. Según el maestro es vital la proporción entre libido eficiente y libido que puede ser dominada, como una cantidad no especificable pero decisiva.


imagen sujeta a derechos de autor. Film: Odisea en el espacio. Director: Stanley Kubrick

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